sábado, 27 de septiembre de 2008

A los tribunales con El Dia

Contra el divisionismo de 'El Día'

Román Rodríguez

Valoro muy positivamente el reciente pronunciamiento unánime del Parlamento de Canarias en contra de los editoriales del periódico ‘El Día’. Situada a la altura de las graves circunstancias, la Cámara ha censurado en una declaración institucional “una serie de opiniones descalificatorias, amparadas en el insulto, la ofensa y xenófobas en muchos casos, que atentan contra la convivencia y el carácter conciliador”. Añadiendo su rechazo ante los ataques a la unidad de los canarios y la dignidad de la isla de Gran Canaria, y sus ciudadanos.
Mucho ha costado para llegar a este pronunciamiento de los diputados y diputadas autonómicos. Fueron necesarios antecedentes como la pregunta planteada por el entonces diputado Pedro Quevedo en enero de 2006 sobre la posición del Gobierno canario sobre los editoriales xenófobos y anticanarios de ‘El Día’. O muchas declaraciones a los medios y comunicados de prensa de Nueva Canarias en el mismo sentido, batiéndonos en muchos momentos en solitario contra las reiteradas barbaridades esgrimidas en los editoriales de ese periódico. Hasta llegar a la Moción del Cabildo de Gran Canaria, impulsada por PSOE y NC, anunciada hace unas semanas y que hemos aprobado este viernes. Y que ha sido el detonante para que se produjera el movimiento social e institucional que ha fructificado en el pronunciamiento del Parlamento.
Hasta última hora CC y PP intentaron que no figurara el nombre del periódico ‘El Día’ en la declaración institucional; y sólo la presión política y social, y de forma destacada la valiente denuncia de intelectuales y artistas de la isla de Tenerife, consiguió doblegar esa resistencia.
Rendir pleitesía
Como decía, ha sido un importante paso adelante la declaración institucional del Parlamento canario. Porque rompe pasados silencios y la tradición de rendir pleitesía al director editor, riendo sus supuestas gracias y ofreciéndole homenajes y nominaciones de calles y plazas que en modo alguno se merece. Y que alcanzó niveles vergonzantes cuando en diciembre de 2006 el pleno del Cabildo de Tenerife solicitó, por unanimidad, que le fuera concedido el Premio Canarias de Comunicación.
Y es un paso relevante, también, porque, por primera vez, abre la posibilidad de comenzar a poner coto al divisionismo de ‘El Día’. Un rotativo que un día sí y otro también insulta en sus editoriales a los ciudadanos y a las ciudadanas de Gran Canaria y al conjunto de los habitantes de Canarias, denostando a los representantes de la soberanía popular, a quienes menosprecia y veja abiertamente, y tratando de destruir la unidad del Archipiélago.
Un proceso acentuado en los últimos meses, subiendo el tono de sus insultos a Gran Canaria (“Gran Mentira”, “isla maldita”, “la tercera en extensión e importancia”, “isla fea y desangelada”, “la vergüenza de Canarias”, etcétera) y faltando al respeto a sus hombres y mujeres; y llegando a la extrema ignominia de insinuar un intento de promoción de la isla con las víctimas de la catástrofe aérea de Barajas.
Y tras este paso, entiendo que corresponde ir más allá y exigir al Gobierno de Canarias que no se continúe con la política de subvenciones públicas o concesiones discutibles (como hicieron con la TDT) a un medio cuya principal tarea, cuya mayor obsesión, es lanzar continuos torpedos verbales a la línea de flotación de la convivencia entre los canarios. Y estudiar, asimismo, la posibilidad de que se inicien medidas judiciales.

Vistos los numerosos antecedentes no se justifica que el PP de Soria no votara a favor en el Cabildo de Gran Canaria a una moción muy similar en contenidos a la ratificada en el Parlamento de Canarias, con el argumento de que va contra el Gobierno canario. Una vez más ha puesto en un segundo plano a Gran Canaria y los intereses de su ciudadanía, tratando de salvar la cara a unos dirigentes que han sido timoratos en sus críticas a ‘El Día’ pese a la enorme dimensión y gravedad de sus agravios a esta isla y a su gente.

La única diferencia de nuestra moción es que exige el pronunciamiento nítido del Ejecutivo canario, en la misma medida que lo ha hecho nuestro Parlamento. Algo determinante porque el Gobierno de Canarias no puede mantenerse al margen de un asunto tan grave; además, es el que toma decisiones como las subvenciones o la próxima concesión de las frecuencias de radio, de la que no debería beneficiarse un medio claramente contrario a Canarias y su unidad. Sus actuaciones hasta ahora dejan clara su posición favorable a este medio, desde el reciente contrato con la productora de televisión de ‘El Día’ a la gravísima ocultación de la decisión del Parlamento por parte de la manipulada tele ATI.

Por último, quiero destacar que las gentes de esta tierra, todos los que creemos en la unidad de Canarias, desearíamos que el presidente del Gobierno canario también expresara públicamente su repulsa a estos editoriales como máximo representante de todos los canarios. Solventaría así cualquier posible duda sobre su posicionamiento ante los mismos. Porque sería muy positivo que mostrara que no está en connivencia con estos editoriales que en numerosas ocasiones lo elogian, como ocurrió en el del domingo 21, en el que lo considera “la única voz tinerfeña y canaria seria”, mientras insulta a los demás representantes políticos a los que califica como “inservibles, mamones, corruptos y podridos”.

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